La cantante británica Amy Winehouse fue encontrada muerta, en una casa en el norte de Londres. Si bien aún no fueron determinadas las causas del fallecimiento, la noticia no debe haber sorprendido a la mayoría de sus seguidores, acostumbrados a que su indudable talento fuera acompañado, y a veces eclipsado, por una vida desordenada que se convirtió en un festín para los tabloides del mundo y especialmente los británicos.
El mes pasado, su esperada gira europea fue cancelada tras un concierto en Serbia, en el que Winehouse, que apenas podía sostenerse en pie, pudo cantar sólo algunos versos de cada canción. El show fue considerado por un medio local como "el peor en la historia de Belgrado". Se esperaba que, tras la cancelalación del tour, la cantante entrara finalmente en algún tratamiento de desintoxicación. Su última aparición pública fue el pasado miércoles, cuando fue invitada del show de su ahijada, Dionne Bromfield.
Morir a los 27
Con esta pérdida, el oscuro club de los rockeros muertos a los 27 años (Brian Jones, Janis Joplin, Jimi Hendrix, Jim Morrison y Kurt Cobain) acaba de sumar un integrante.
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